Monday, August 14, 2006

Agricultor antes que productor

Una visión agraria más humana
En el Ministerio de Agricultura ha predominado una corriente que mide el éxito sectorial a través de rendimientos en plantas y animales. Habemos, sin embargo, quienes hemos insistido en privilegiar primero a las personas.
1. Orientar el rol del Ministerio de Agricultura hacia una vehemente búsqueda de mejora de la calidad de vida de los agricultores, basada en una actividad agropecuaria respetuosa del medio ambiente y de la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores, y en el logro de una producción inocua, saludable y agradable.
2. Respetar el papel del funcionario público agrario, en todos los niveles, brindándoles las facilidades necesarias de capacitación y velando por su bienestar y seguridad laboral.
3. Integrar a la tarea del bien público, la participación del sector privado, a fin de contribuir a un propósito común: lo que le interesa al Perú, es de interés para todos los peruanos.
4. Reconocer el sistema andino como predominante en nuestro país. Levantado en un proceso de millones de años, en el que acumuló riqueza minera variada, forjó el carácter torrencial de los ríos de la selva y explica la sequedad de la franja costera, al tiempo que define tres típicas regiones naturales.
5. Sobre esta configuración, se asentaron diversas culturas que mantuvieron estrechos lazos con la naturaleza, se organizaron en ayllus desde los cuales se fomentó la agrobiodiversidad, en un estilo de explotación agropecuaria y vida que es reconocido como el más avanzado del planeta, y que aún muestra rasgos de su evidencia.
6. La interrupción occidental de la cultura agraria nativa, por otra basada en las encomiendas, introdujo nuevos cultivos, que en forma de monoproducción se asentó en la cercanía de las ciudades, y que en general, alteró la organización agraria hacia la conformación del sistema republicano de haciendas.
7. El desmontaje del sistema de haciendas hace algo más de tres décadas por otro de corte asociativo, tuvo su desenlace con la autorización del fraccionamiento de la propiedad colectiva, en una diáspora de pequeña propiedad, que es la que caracteriza en muy alta proporción la estructura agraria peruana. No hay evidencia que permita sospechar que en el corto o mediano plazo, tal realidad vaya a cambiar.
8. La denominada revolución verde basada en el uso de agroquímicos también afectó y afecta a la agricultura del país. Felizmente, nuestro viejo estilo de hacer y vivir la agricultura, y las normas muy recientes de calidad, tienden hacia una producción limpia, y no hay inconveniente en que se practique en pequeña propiedad. Es el único cambio que puede hacer fuerte a nuestra agricultura equiparable al mejor nivel internacional. Debido a ello, hay que alentar a que los propios agricultores conduzcan el proceso de reconversión hacia la calidad, a través de Consejos de Gestión de la Calidad y Buenas Prácticas Agrarias. Se incluyen como preferentes, a la agricultura andina o agroecológica, la agricultura orgánica, y la agricultura limpia.
9. El Perú de lo pequeño y lo diverso se refleja también en la agricultura, de ahí que debe reconocerse que los beneficios del desarrollo deben alcanzar a las pequeñas localidades del país, adoptando la estrategia del desarrollo local.
10. Los ejes del desarrollo local que habrán de alentarse son tres: la capacitación en todos los niveles, la innovación participativa y la infraestructura (en particular, las comunicaciones). Los ciudadanos de estas localidades, son agricultores en mayor proporción, y tienen la obligación de velar y trabajar por su bienestar. El financiamiento de este desarrollo, debe basarse principalmente en los beneficios que se derivan de la explotación de sus recursos naturales, y de los mecanismos de compensación entre regiones más ricas que otras.
11. La concepción tradicional de la agricultura debe revalorarse, reconociendo su influencia en un ámbito mayor: la producción primaria y transformada, para alimentos, medicina, productos industriales, generación de energía y bienestar ambiental.
12. Debido a ello, la calidad habrá de darse no sólo en las chacras, también en los valles y cuencas, promoviéndose el valle limpio y aprovechamiento de los residuos orgánicos, así como el embellecimiento de las pequeñas ciudades.
13. Los sistemas viales rurales deben ser gestionados por esta sinergia pública y privada agraria, a nadie les podrá interesar más que a ellos mismos.
14. La calidad del agua, no sólo implica su limpieza, también la conservación y cuidado de su cantidad, debiendo alentarse los sistemas de uso de mayor avance tecnológico, sí como fomentando la vida en los cursos naturales de agua.
15. Los ejes de organización en el nivel local se comparten entre los Consejos multisectoriales y gremios de agricultores y las Agencias Agrarias a quienes se les otorgará la mayor jerarquía posible.
16. Los sistemas viales rurales se amplían a través de corredores transversales que integren en armonía a localidades y culturas. Económicamente se integran en cadenas de valor, velando por relaciones equitativas tanto con agentes nacionales como extranjeros.No hay que dejar de reconocer que la economía mundial, en particular su comercio, ha crecido y continúa haciéndolo de manera acelerada. Representa ello una oportunidad de negocio para nuestros agricultores, así como una ocasión de mayores ingresos para aliviar viejas necesidades. La agricultura peruana requiere una fuerte y decidida preparación para competir adecuadamente, sobre la base de la calidad. Hay que constituir un Fondo para la Calidad de la Agricultura Peruana.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home