Sunday, August 13, 2006

Las caras del liberalismo

Las variantes del liberalismo
Desde su nacimiento, no hay una única cara del liberalismo. Incluso las podríamos distinguir al escuchar a políticos liberales en la vida diaria. Estas caras hacen referencia tanto al liberalismo político (con el cual nació) como al liberalismo económico (con el cual se ejerce).
Ideología y liberalismo
En los últimos quince años, el llamado neo liberalismo se ha enseñoreado como la aparentemente única posibilidad ideológica. ¿De dónde surgió el liberalismo? ¿Por qué se mantiene pese a sus evidentes contradicciones? Para tratar de entenderlo, hay que comenzar por definir el concepto de ideología.
Se denomina ideología al conjunto de ideas, creencias, actitudes y opciones en relación con los orígenes y fines sobre aspectos sustantivos de la vida social y política de los hombres. Ese conjunto, es al mismo tiempo, la fuente u origen de las opiniones y actuaciones de los individuos sobre tales aspectos de la vida. Este conjunto, de otra parte, tiene una aceptación racional (puede ser deducido, o existen pruebas concluyentes, o se apoya en creencias aceptadas).
Liberalismo político
El liberalismo defiende la primacía de la libertad individual. En otras palabras, considera que el foco de la libertad es el individuo, y no la sociedad o el Estado.
Surgió como doctrina política durante los siglos XVII y XVIII, siendo el filósofo inglés John Locke la figura más conocida. Se originó como sustento contra el absolutismo de los monarcas, la separación del poder político del religioso, la limitación del poder de los gobernantes sometiéndolos a la legislación.
Estos principios dieron lugar a dos variantes del liberalismo.
· La denominada conservadora, en la cual se defendió la separación de los poderes, la necesidad de las elecciones y la representación parlamentaria. Estas propuestas, lideradas por Locke, han tenido una aceptación universal, aunque se discute si realmente corresponden a un corolario al reconocimiento del predominio de la libertad individual. Estas tesis fueron desde el principio incorporadas al quehacer democrático y a las declaraciones sobre los derechos del hombre, así como constituyeron el sustento de los movimientos revolucionarios en Francia y Estados Unidos. Tuvieron también influencia en los ideólogos precursores de la independencia en el Perú, siendo Juan Pablo Viscardo y Guzmán un exponente distinguido, y expresada sus ideas en la Carta a los españoles americanos, de 1788.
· La llamada radical, que exigía la reducción del aparato público a su mínima expresión, en una posición que se acerca al anarquismo. Esta posición fue llamada la escuela utilitarista, y fue dirigida por el jurista Jeremy Bentham. Esta corriente es más cercana a la contemporánea denominada neo liberal, sustentada en la creencia que los fenómenos sociales son el resultado de la interacción de los individuos y de su lucha contra la coerción de la sociedad a través del aparato público (de ahí su minimización).
La crítica principal al liberalismo toma como base precisamente su postulado principal: la igualdad de todos los hombres. A partir de ello, establece que los hombres son iguales según el derecho. Esto es, utiliza el ideal de la igualdad como base para la acción, desconociendo las desigualdades de partida. Debido a esto, la actuación del liberalismo termina por consolidar y aún ampliar tales desigualdades. Esto se concreta en la vertiente económica del liberalismo. Y son mucho más acentuadas en el neo liberalismo.
Liberalismo económico
Las tesis económicas del liberalismo fueron organizadas por Adam Smith, filósofo y economista escocés, criticando todo propósito de planificación de la economía. Considera la conexión entre liberalismo y crecimiento económico, la separación de la economía de la religión y de la política, así como que las leyes del mercado y el libre comercio regulan la cooperación entre los hombres, con una mínima intervención del gobierno. Debido a su negación a los controles, incluyendo a aquel del máximo número de horas de trabajo, por ejemplo, esta corriente originaria del liberalismo económico, es conocida como de liberalismo negativo.
En el comienzo del siglo pasado, las fuertes críticas al liberalismo, de una parte, y en particular la crisis bursátil de los años treinta, condujeron a una revisión de las tesis liberales. Keynes fue el impulsor de la intervención pública con fines correctivos, como el caso de los monopolios, por ejemplo. La corriente keynesiana corresponde a lo que se llama el liberalismo positivo. En ella se encuentran la seguridad social, el control de intereses financieros, los salarios mínimos, el derecho a las organizaciones laborales y reclamos colectivos, como parte de los esfuerzos para proteger a los individuos contra el excesivo poder de los grupos económicos.
El futuro del capitalismo
Este es el título de un libro de 1996, publicado por Lester Thurow, profesor del MIT. Aquí se resalta la gran habilidad del capitalismo para superar sus momentos de contradicción. Thurow considera que lo hace incorporando las propuestas del liberalismo positivo. Esta es la capacidad camaleónica del capitalismo, y que lo mantiene vigente pese a los anuncios de finalización. También reconoce que el capitalismo se nutre de la desigualdad, afirmando que aún estableciéndose en una sociedad igualitaria, pronto la alimentará de desigualdades. Sin embargo, considera que esta es la esencia de su dinamismo.

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